Why did you decide to stay in the wine world?
On April 6, 2022, Forbes published an in-depth article about Breaking Ground, highlighting the program, how it began, and what we hope it will become. You can read the article here, which was written by Jillian Dara, but because you can only fit so few people in one article (that article featured two of our ambassadors), we wanted to share how our other farmer ambassadors responded to the questions Jillian asked our farmers. Below, you’ll find the questions Jillian asked, and you’ll get to hear from the farmers who responded to those questions. You’ll also see them in both English and Spanish. We hope you’ll enjoy getting to see some of the making of Breaking Ground, and that afterward, you’ll join us in raising a glass to those who grow our grapes.
Why did you decide to stay in the wine world?
Jaime Gonzalez: For the interest of learning and knowing more and how interesting it is.
Miriah Falce: I’m a big believer in “when you know, you know,” and I knew without a doubt this is what I wanted. I was lucky enough to work in a production winery and learn the winemaking side while also spending half the year in the vineyards learning the growing side, and then use that joint experience to end up where I am now. I realized the wine world was a way to show my soul, while also being a part of something bigger. It’s not just a local or state community, its reaches span across the country and across the world. The soul of the land and the soul of the wines are represented by the hands of every individual that works on them, and getting to be a part of that experience is what draws me vintage after vintage.
Bernadette Gagnier: The wine industry is very much a sink or swim environment, where if you put in the work to keep swimming and keep your head above water, there are always hands to help you. I have had so much help and encouragement along the way, and it has made me want to do the same in the future. There are always ups and downs in any field but the encouragement I have had makes me want to stay. Also, the research I am doing now is all for sustainability and reducing harmful chemicals applied in vineyards. It is work I feel good about and know it can have an impact in the wine world and agriculture as a whole and I want to see it through as I continue to grow and learn in the wine industry.
Brittany Komm: Because it is a challenge and constantly changing. I love it! I also love being a voice for my crews and being able to share their stories. Better yet, I love that the crews I work with trust me enough to share their stories with me and allow me to share them with you.
Sadie Drury: As soon as I stepped foot in a vineyard I couldn’t learn enough. It’s always felt like home and most days I can’t imagine doing anything else. The people I work with are amazing and the community is definitely what keeps me coming back vintage after vintage.
Rosanna Lugo: I have learned so much about this industry and all its details to make high quality wine and I find it very fascinating; along with tasting the wine. The ability to be outdoors in all types of weather, seeing the vines change their color, grapes growing and then into harvest with such awesome people that spend hours in the vineyard is totally gratifying.
Jay Itote: It’s strange because the grape- and wine-producing industry is 98% white. That’s a big turn off to many folks of color. It’s not that black folks don’t love a good vintage, but if it means being at winery that caters to group of people that become fearful or uneasy when people of color walk though door, then it’s not worth the trouble. It’s the same feeling of fear that happens when I, for example, start to walk across a crosswalk and hear the car doors lock. Staying in this industry at my age is inevitable. My goal is to leave whatever is done of the plan to my wonderful daughters.
Translated by Laura Angulo
¿Por qué decidió quedarse en el mundo del vino?
Jaime González: Por el interés de aprender y conocer más y lo interesante que es.
Miriah Falce: Soy una gran creyente en ‘cuando sabes, sabes’ y sabía sin lugar a dudas que esto era lo que quería. Tuve la suerte de trabajar en una bodega de producción y aprender el lado de la vinificación mientras también pasaba la mitad del año en los viñedos aprendiendo el lado del cultivo, y de allí pude usar esa experiencia en conjunta para llegar a donde estoy ahora. Me di cuenta de que el mundo del vino era una forma de mostrar mi alma, y al mismo tiempo formaba parte de algo más grande. No es solo una comunidad local o estatal, sus alcances se extienden por todo el país y el mundo. El alma de la tierra y el alma de los vinos están representadas por las manos de cada persona que trabaja en ellos, y ser parte de esa experiencia es lo que me atrae cosecha tras cosecha.
Bernadette Gagnier: La industria del vino es en gran medida un entorno de hundirse o nadar. Donde si te esfuerzas para seguir nadando y mantener la cabeza fuera del agua, siempre hay manos para ayudarte. He tenido mucha ayuda y aliento a lo largo del camino, y esto me ha hecho querer hacer lo mismo en el futuro. Siempre hay altibajos en cualquier campo, pero el aliento que he tenido me hace querer quedarme. Además, la investigación que estoy haciendo ahora tiene como objetivo la sostenibilidad y la reducción de los productos químicos nocivos que se aplican en los viñedos. Es un trabajo con el que me siento bien y sé que puede tener un impacto en el mundo del vino y la agricultura en general y quiero llevarlo a cabo mientras sigo creciendo y aprendiendo en la industria del vino.
Brittany Komm: Porque ha sido un desafío y está cambiando constantemente; ¡Me encanta! También me encanta ser la voz de mis equipos y poder compartir sus historias. Mejor aún, me encanta que los equipos con los que trabajo confíen en mí lo suficiente como para compartir sus historias conmigo y permitirme compartirlas con ustedes.
Sadie Drury: Tan pronto como puse un pie en un viñedo no he podido aprender lo suficiente. Siempre me sentí como en casa y la mayoría de los días no puedo imaginarme haciendo otra cosa. La gente con la que trabajo es increíble y la comunidad es definitivamente lo que me hace volver cosecha tras cosecha.
Rosanna Lugo: He aprendido mucho sobre esta industria y todos sus detalles para hacer vino de alta calidad y lo encuentro muy fascinante; junto con la cata del vino. La capacidad de estar al aire libre en todo tipo de clima, ver las vides cambiar de color, las uvas crecer y luego cosechar con personas tan increíbles que pasan horas en el viñedo es totalmente gratificante.
Jay Itote: Es extraño porque la industria productora de uva y vino es 98% blanca. Eso es un gran desánimo para muchas personas de color. No es que a los negros no les guste una buena cosecha, pero si eso significa estar en una bodega que atiende a un grupo de personas que se asustan o se incomodan cuando las personas de color entran por la puerta, entonces no vale la pena. Es el mismo sentimiento de miedo que ocurre cuando, por ejemplo, empiezo a cruzar un paso de peatones y escucho que se cierran con candado las puertas del auto. Permanecer en esta industria a mi edad es inevitable. Mi objetivo es dejar todo lo que se haga del plan a mis hijas maravillosas.