How did you get into the wine world?
On April 6, 2022, Forbes published an in-depth article about Breaking Ground, highlighting the program, how it began, and what we hope it will become. You can read the article here, which was written by Jillian Dara, but because you can only fit so few people in one article (that article featured two of our ambassadors), we wanted to share how our other farmer ambassadors responded to the questions Jillian asked our farmers. In this five-part series, you’ll find the questions that Jillian asked our farmers, and you’ll get to hear from the farmers who responded to them. You’ll also see them in both English and Spanish. We hope you’ll enjoy getting to see some of the making of Breaking Ground, and that afterward, you’ll join us in raising a glass to those who grow our grapes.
How did you get into the wine world?
Jaime Gonzalez: The desire to work and survive in this country.
Miriah Falce: Growing up in the heart of Washington wine country, I never imagined it would be an industry I would find myself a part of. Coming off a biomedical sciences degree, I was pleasantly surprised to find that my chemistry and microbiology knowledge could be cross-applied to winemaking and was instantly intrigued with the idea of working in a wine lab.
Across the board, whether it’s vineyard or winery, I’ve started to realize most people have this “Aha!” moment where the sparks fly and you just know this is what you’re meant to do. During my first harvest in 2017, I watched the sunrise as the first pick of Chardonnay came in and I was in pure awe. That’s when I knew I wanted to be a winemaker. Spring of 2020, the world had gone quiet and I was sitting on my 4wheeler in complete silence between rows, listening to the hawks above me, and that’s when I knew I wanted to be in the vineyards as well.
Bernadette Gagnier: I ended up in the wine world, by what I consider a total fluke. I spent five years in the Marine Corps, that was my “grow-up” phase. I had no idea what I wanted to do with my life before the military, and I thought I would get it figured out during those five years. I still had no idea what I wanted to do, but I thought, ok if I don’t know what I want to do I should help people, so I threw myself into nursing, was a nurse assistant and only had a few more prerequisites before applying for nursing school. I was so unhappy. I realized I didn’t want to do something I didn’t love for the rest of my life and decided to make a drastic change.
I google searched “plant science degrees in Washington State” I came across the Viticulture and Enology Program at Washington State University and remembered a kid told me about it on the bus in high school, so I looked into it further and went for it. I dropped a class I was in on July 7th, toured the campus on July 13th and classes started August 16th. I picked up and moved across the state and started something completely new based on a google search and gut feeling. It was the best decision I ever made, and I have never regretted it. I knew right away I gravitated towards the vineyard side of things.
Brittany Komm: It was a curiosity that started way back in high school. Too long of a story to tell on here I will say, I have my Mom and the FFA program to thank for sparking the original interest.
Sadie Drury: For me, I’m in the vineyard world, not the wine world. Wine is the fun end-product created from farming grapes. The two worlds are definitely connected with a fair amount of overlap. I think it’s important that winegrowers understand the process of making wine and different varietals and styles in order to grow the best grapes for winemakers. Ultimately, it was my love of agriculture combined with my interest in wine that led me to pursue a career in viticulture.
Rosanna Lugo: I started volunteering at PepperBridge winery about 5-years ago and met this great, handsome man by the name of Norm McKibben. He approached me to come work for him up at Seven Hills Vineyard in 2013 and I have been here since. It has been the most rewarding job I have ever had and I am honored to work for Sadie Drury and her crew.
Jay Itote: It started with helping my father install a large grape arbor in our backyard as young boy. I grew up in a small community in Pennsylvania that was surrounded by Mennonite, Amish, and Quaker farmland. That prepared me for a life of farming. I supported my three farming enterprises by working as a well-paid civil engineer. I’m on my third farm with our current vineyard.
Translated by Laura Angulo
¿Cómo llegó al mundo del vino?
Jaime González: Las ganas de trabajar y sobrevivir en este país.
Miriah Falce: Al crecer en el corazón de la región vinícola de Washington, nunca imaginé que sería una industria de la cual yo formara parte. Después de obtener una licenciatura en ciencias biomédicas, me sorprendió gratamente al descubrir que mis conocimientos de química y microbiología se podían aplicar a la elaboración del vino y me intrigó al instante la idea de trabajar en un laboratorio de vinos. En todos los ámbitos, ya sea en viñedos o bodegas, comencé a darme cuenta de que la mayoría de las personas tenemos ese momento de “¡Ajá!” en el que saltan chispas y sabes que esto es lo que debes hacer.
Durante mi primera cosecha en 2017, vi llegar el amanecer durante la primera selección de Chardonnay y quedé completamente asombrada. Fue entonces cuando supe que quería ser enóloga. En la primavera de 2020, el mundo se había quedado en silencio y yo estaba sentada en mi cuatrimotor en completo silencio entre las hileras, escuchando a los halcones sobre mí, y fue entonces cuando supe que también quería estar en los viñedos.
Bernadette Gagnier: Terminé en el mundo del vino, por lo que considero una casualidad total. Pasé cinco años en el Cuerpo de Marines, esa fue mi fase de “crecimiento”. No tenía idea de lo que quería hacer con mi vida antes del ejército, y pensé que lo resolvería durante esos cinco años. Todavía no tenía idea de lo que quería hacer, pero pensé, está bien, si no sé lo que quiero hacer, debería ayudar a las personas, así que me lancé a la enfermería, era asistente de enfermería y solo tenía algunos requisitos más antes de solicitar ingreso a la escuela de enfermería. Estaba tan infeliz. Me di cuenta de que no quería hacer algo por el resto de mi vida que no amaba y decidí hacer un cambio drástico.
Busqué en Google “títulos en ciencias de las plantas en el estado de Washington”. Me encontré con el Programa de Viticultura y Enología en la Universidad del Estado de Washington y recordé que un joven me hablo de ello en el autobús en la escuela secundaria, así que investigué más y lo hice. El 7 de julio dejé una clase que estaba tomando, el 13 de julio recorrí el campus y las clases comenzaron el 16 de agosto. Recogí mis cosas y me mudé al otro lado del estado y comencé algo completamente nuevo basado en una búsqueda en Google y una intuición. Fue la mejor decisión que he tomado, y nunca me he arrepentido. Supe de inmediato que gravitaba hacia el lado de los viñedos.
Brittany Komm: Fue una curiosidad que comenzó cuando estaba en la escuela secundaria. Una historia demasiado larga para contarla aquí. Diré que tengo que agradecerle a mi madre y al programa FFA por despertar el interés original.
Sadie Drury: Para mí, estoy en el mundo de los viñedos, no en el mundo del vino. El vino es el producto “divertido” final creado por el cultivo de uvas. Los dos mundos están definitivamente conectados con una buena cantidad de superposición. Creo que es importante que los viticultores entiendan el proceso de elaboración del vino y las diferentes variedades y estilos para poder cultivar las mejores uvas para los enólogos. En última instancia, fue mi amor por la agricultura combinado con mi interés por el vino lo que me llevó a seguir una carrera en viticultura.
Rosanna Lugo: Comencé a trabajar como voluntaria en la bodega Pepper Bridge hace unos 5 años y conocí a un gran hombre, muy apuesto llamado Norm McKibben. Se acercó a mí para que trabajara para él en Seven Hills Vineyard en 2018 y he estado aquí desde entonces. Ha sido el trabajo más gratificante que he tenido y me siento honrada de trabajar para Sadie Drury y su equipo.
Jay Itote: Comencé ayudando a mi padre a instalar un cenador grande de uvas en nuestro patio trasero cuando era niño. Crecí en una pequeña comunidad en Pensilvania que estaba rodeada de tierras de cultivo menonitas, Amish y cuáqueras. Eso me preparó para una vida de agricultura. Mantuve mis tres empresas agrícolas trabajando como ingeniero civil bien pagado. Estoy en mi tercera finca con nuestro viñedo actual.